España está a punto de coronarse como la principal potencia turística mundial. Si se cumplen las previsiones cerraremos este año con 95 millones de turistas extranjeros. Las predicciones más optimistas apuntaban a un récord de 100 millones anuales a finales de la década, pero las proyecciones han saltado por los aires y alcanzaremos esa cifra en 2025, superando a Francia. La consultora creativa de marca Darwin & Verne ha publicado un informe sobre este hito:
¿Cómo es ese turista número 100 millones?
1. Un turista sofisticado. El turista estacional con comportamiento predecible ha dado paso a un visitante con mayor poder adquisitivo, que busca mimetizarse con el país y demanda experiencias creativas y compartidas, diferentes al viaje guiado y programado que realizaban con sus padres.
Este turismo de experiencias puede vincularse a la necesidad universal de descubrimiento y al magnetismo que genera llegar y experimentar lo poco conocido, como señala Fernando Alonso-Cortés, director de la unidad de experiencia del cliente de Beagle, Darwin & Verne. Algo donde el papel del personas influyentes. “Son una especie de boca a boca digitales que amplifican una oferta menos conocida pero muy aspiracional”, enfatiza Alonso-Cortés.
2. Un turista espectador y deportista. Abandonar el estereotipo de “país de sol y playa” está ayudando a España a consolidarse como un destino asociado a la calidad de vida, el entretenimiento, la cultura y las compras, con un efecto de desestacionalización muy positivo.
Las estadísticas del Ministerio de Cultura cifran en 2,16 millones el número de turistas extranjeros que asistieron a eventos deportivos en España en 2023. Además, 11 de los 85 millones de turistas que nos visitaron el año pasado lo hicieron principalmente para practicar algún deporte.
3. Un turista de salud. Es la gran tendencia del turismo en el siglo XXI y se espera que a finales de esta década mueva 200.000 millones de dólares anuales. El ciudadano global busca destinos que ofrezcan desde tratamientos de belleza hasta trasplantes de cabello, fertilización in vitro y cirugía plástica, dental y de reasignación de sexo. El turista de salud está motivado por el precio, la calidad del servicio y la privacidad.
Un informe de The Economist decía que los pacientes se peinan en Türkiye, se cambian de sexo en Tailandia, se arreglan los dientes en Hungría y se someten a tratamientos de fertilidad en España.
4. Un turista integrado. España no es un país de paso. Nuestro estilo de vida atrae: gastronomía, vida de calle, libertad y tolerancia, servicios públicos, patrimonio artístico, seguridad y clima forman un cóctel inmejorable. El turista repite. El turista quiere quedarse.
En particular, crecen dos tipos de residentes: los nómadas digitales, acogidos a la Ley de Startups que ofrece facilidades legales y fiscales para el teletrabajo y el emprendimiento desde España, y los inmigrantes con alto poder adquisitivo que eligen España como primera o segunda residencia. Alentados por la llamada Visa Dorada, más de 14.000 ciudadanos extracomunitarios han comprado una vivienda en España en los últimos diez años para disfrutar de las ventajas de vivir en el territorio Schengen.
5. Un turista ocio. yoa pandemia parecía anticipar una crisis en el negocio de ferias y congresos, debido al aumento de redes digital, pero en España hemos vuelto a cifras pre-covid y en 2023 se alcanzaron récords históricos en IFEMA (Madrid) y Fira de Barcelona. El impacto económico del turismo de congresos asciende a 5.100 millones de euros en Madrid y 4.700 millones en Barcelona.
¿Estamos hablando de turismo o de negocios? Un neologismo anglosajón define este modelo de viaje: bleisure, acrónimo de negocios y ocio. Se refiere tanto al viajero asistente a ferias y congresos que prolonga su estancia en España con unos días de ocio como a la tendencia de las empresas que premian a sus empleados trasladando una convención anual o una acción promocional. trabajo en equipo a otro país.
6. Un turista guiado por IA. La digitalización ha revolucionado el turismo en la última década, abarcando toda la cadena de valor: desde las reservas hasta registrarse, desde la elección del viaje hasta su posterior evaluación. Ha incidido especialmente en los precios (aerolíneas y hoteles han generalizado los precios líquidos gracias al poder analítico del comportamiento digital de los potenciales compradores,
Según un informe de Deloitte en EE.UU., el 42% de los jóvenes de la Generación Z planifican sus viajes en función de los vídeos que ven en las redes sociales. El 26% de los millennials también actúa de esta manera.
Pero lo más disruptivo de la encuesta es cómo la Inteligencia Artificial Generativa está empezando a imponerse como herramienta de organización y prescripción de viajes: el 14% de millennials y el 12% de la Generación Z reconoce que ya planifica sus viajes ayudado por la IA.
Puedes descargar el informe completo en este enlace
Con información de Digiday
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