Hacer videos puede suponer mucho trabajo, lo que hace que la idea de subcontratar ese trabajo sea bastante tentadora. Y la llegada de herramientas de IA generativa capaces de crear de todo, desde scripts hasta miniaturas, puede resultar especialmente atractiva.

Pero también hay razones para que los creadores no entreguen sus canales de YouTube y cuentas de TikTok a empresas como ChatGPT y RunwayML. Para empezar, algunos miembros de la audiencia se oponen firmemente al uso extensivo de herramientas de inteligencia artificial generativa por parte de los creadores. Y más concretamente, los creadores reconocen la necesidad de mantener alguna conexión humana con sus audiencias.