La reduflación: un desafío para las marcas en tiempos de alta inflación

La reduflación, también conocida como shrinkflation en inglés, es una práctica cada vez más común en la industria, donde los productos reducen su tamaño, peso o cantidad manteniendo el mismo precio frente a la inflación. Esta estrategia, que afecta especialmente a los productos de supermercado, ha generado un creciente malestar entre los consumidores, quienes se ven afectados por los costos cada vez más elevados.

Impacto de la reduflación en el mercado

Aldo Hernández Saldaña, Coordinador Editorial en another, agencia de comunicación estratégica líder en América Latina, advierte sobre los riesgos que implica para las marcas abusar de esta práctica en respuesta al aumento de los costos de materias primas, energía o transporte. A nivel global, se han reportado reducciones de hasta un 30% en el tamaño de los productos sin modificar los precios, lo que ha generado un promedio de reducción del 16.2% entre las principales marcas de comestibles en Estados Unidos.

Según Kantar, los consumidores latinoamericanos están adoptando estrategias para equilibrar sus gastos domésticos en respuesta a esta tendencia, lo que representa un desafío para las marcas que buscan mantener la confianza de sus clientes.

Claves para enfrentar la reduflación desde la comunicación estratégica

Aldo Hernández Saldaña comparte algunas estrategias clave que las marcas pueden implementar para enfrentar este desafío desde la comunicación estratégica:

1. Transparencia proactiva

Es fundamental explicar claramente al consumidor los motivos detrás de los cambios en el producto, ya sea por aumento de costos o decisiones orientadas a la sostenibilidad. La honestidad fortalece la relación con el cliente y genera confianza.

2. Reencuadre del valor

Aprovechar los ajustes en el producto para resaltar nuevos atributos, como mejor calidad, empaques ecológicos o beneficios adicionales. Esto puede ayudar a justificar la reducción de tamaño y mantener el valor percibido por el consumidor.

3. Innovación en formatos y porciones

Ofrecer presentaciones más pequeñas pero convenientes puede ser percibido como una solución práctica y no como una pérdida para el consumidor. Esto es especialmente útil en canales de venta modernos o para adaptarse a nuevos estilos de consumo.

4. Campañas empáticas y educativas

Conectar con el consumidor desde la empatía, explicando los desafíos económicos que enfrenta la marca y cómo busca proteger su calidad y compromiso. El uso de storytelling y causas sociales puede reforzar el mensaje y generar empatía con los consumidores.

5. Gestión de crisis en canales digitales

Contar con protocolos de atención inmediata en redes sociales para abordar las críticas de los consumidores. La escucha activa, el tono adecuado y la respuesta ágil son fundamentales para evitar que una situación escalé a una crisis de reputación.

En tiempos de incertidumbre económica, las marcas deben recordar que no solo venden productos, sino también valores. La honestidad, la empatía y la coherencia son aspectos cada vez más valorados por los consumidores, y pueden marcar la diferencia en la construcción de relaciones a largo plazo.

En América Latina, donde la desconfianza institucional y la alta inflación son realidades cotidianas, las marcas tienen la oportunidad de destacarse construyendo relaciones sólidas basadas en la transparencia y el compromiso. La reduflación no tiene por qué ser una amenaza si se maneja adecuadamente, puede convertirse en una oportunidad para reforzar la identidad y la reputación de las empresas en el mercado.

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