En un ecosistema cada vez más fragmentado, las marcas enfrentan desafíos al lidiar con la pérdida de señal, las regulaciones de privacidad y los complejos recorridos de los clientes con soluciones de identidad tradicionales.
A medida que la transformación digital continúa remodelando todos los aspectos comerciales, las marcas exigen soluciones de datos sólidas y adaptables, incluida una solución de identidad que sea tan flexible como integral. La componibilidad se está convirtiendo en la clave para desbloquear la próxima generación de gestión de datos.
Las soluciones de datos únicas para todos se están quedando cortas para las marcas
Durante la última década, las marcas han invertido mucho en la transformación digital, creando grandes pilas de datos que incluyen CDP, CRM, administradores de etiquetas, plataformas de medios y más. A pesar de estos avances, muchas marcas todavía tienen lagunas críticas en sus capacidades de identidad.
Las soluciones de identidad rígidas y agrupadas del pasado luchan por mantenerse al día con las demandas de un entorno digital fragmentado y consciente de la privacidad. La mayoría de las soluciones heredadas ofrecen un conjunto demasiado amplio de capacidades (lo que las vuelve prohibitivamente costosas y complejas de implementar) o son demasiado limitadas (carecen de la flexibilidad necesaria para adaptarse a varios sistemas de datos).
Los enfoques tradicionales, únicos, ya no son efectivos en una era en la que las marcas deben ofrecer personalización en tiempo real y conectar los conocimientos de los clientes a través de canales. Este cambio ha allanado el camino para la componibilidad, un modelo que permite a las marcas elegir y configurar sólo los componentes de identidad que necesitan. Esto permite a las marcas abordar desafíos específicos sin necesidad de revisar toda su tecnología.
Cómo los CDP componibles allanaron el camino para las soluciones de identidad emergentes
El modelo componible no es del todo nuevo; ya ha ganado fuerza en el espacio CDP. Estas plataformas de datos son esenciales para los especialistas en marketing porque permiten a las marcas unificar los datos de los clientes y activar conocimientos en múltiples canales.
Sin embargo, muchos CDP monolíticos también se han convertido en cuellos de botella. Sus estructuras rígidas y sus largos tiempos de implementación impiden que las marcas respondan rápidamente a las necesidades cambiantes de los clientes y las demandas regulatorias.
Los CDP componibles han surgido en respuesta a estas limitaciones. Popularizados por plataformas como Snowflake, estos CDP ofrecen una arquitectura modular que se ubica sobre las plataformas de datos en la nube. Este marco permite a las marcas ensamblar su CDP con los mejores componentes de su clase para la ingesta, transformación y activación de datos. Las marcas obtienen control directo sobre sus datos, lo que les permite sortear las limitaciones de las soluciones de caja negra preempaquetadas.
El modelo CDP componible ha ganado fuerza porque es más rápido de implementar, más fácil de mantener y altamente adaptable, lo que lo hace ideal para empresas que enfrentan cambios rápidos. Ahora, a medida que más marcas reconocen los beneficios de los CDP componibles, es natural que la misma lógica se extienda a la identidad. Si el CDP es el medio para unificar los datos, la identidad componible es el motor que impulsa la relevancia y el impacto de esos datos.
Por qué el futuro de la identidad es componible
Así como la componibilidad ha mejorado los CDP, está transformando la forma en que las marcas abordan la gestión de identidades. Las soluciones de identidad componible proporcionan un marco modular y adaptable que satisface las necesidades situacionales complejas de las marcas modernas. En lugar de depender de una solución rígida que lucha por evolucionar con las demandas comerciales, la identidad componible permite a las marcas adaptar las capacidades de identidad a sus necesidades inmediatas y ampliarlas a medida que cambian los requisitos.
Las nuevas soluciones componibles diseñadas para brindar flexibilidad abordan dos de los mayores desafíos que enfrenta la identidad hoy en día: la fragmentación y la interoperabilidad.
La identidad componible se adapta para adaptarse a entornos tecnológicos abarrotados y admite todo, desde la integración de CRM hasta la medición de campañas en varios canales, sin obligar a las marcas a reconstruirse desde cero.
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Con información de Digiday
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