La última edición del informe. Ipsos sobre la felicidad revela que este sentimiento aumenta con la edad. Así lo respaldan los datos, con una diferencia intergeneracional de 10 puntos: mientras que el 71% de la generación de Baby boomers (1945 a 1965) se declaran felices, el 61% de los Generación Z (1996 a 2012) dice estar feliz.

Salud dinero y amor.

Sin tener en cuenta los indicadores que pueden incidir temporalmente en este sentimiento, la encuesta se centra en el mítico triángulo: salud, dinero y amor, cuyo equilibrio puede resultar estratégico en la búsqueda de la plenitud.

Según la encuesta, en términos de salud, los españoles están muy satisfechos con su salud física (73%) y mental (72%). Respecto a las generaciones, encontramos diferencias notables, especialmente entre los mayores (Baby Boomers) y los más jóvenes (los Z). Mientras que el 85% de Baby boomers están satisfechos con su salud mental, ese porcentaje cae al 59% entre la Generación Z.

En cuanto al aspecto económico, aunque la mayoría de la población española (58%) afirma estar satisfecha con su situación económica, la cifra varía mucho según la edad. Así, mientras La generación Baby Boomers es la más satisfecha con su economía (64%), los miembros más jóvenes de la Generación Z no alcanzan la mayoría (45%), con una diferencia de 19 puntos. También vemos que los hogares con menores ingresos son mucho menos felices (61%) que aquellos con ingresos altos (81%), datos que reafirman la expresión de que “el dinero no compra la felicidad, pero ayuda”. Además, cabe destacar la unanimidad generacional en su baja satisfacción con la situación económica del país, donde sólo el 36% de la población española se declara satisfecha.

Por su parte, el amor, en todas sus formas, puede ser definitivo para encontrar la plenitud. Los resultados concluyen que donde la sociedad encuentra mayor satisfacción es en sus hijos (86%) y su relación de pareja (84%), así como en sus relaciones con padres, hermanos y primos (81%) y en sus amistades (79%). %). España es el segundo país europeo donde las personas se declaran más satisfechas a la hora de sentirse amadas (81%) y deseadas (76%), lo que sin duda repercute directamente en ser más o menos feliz.

España, en un momento cumbre de felicidad

La felicidad es un estado de ánimo que siempre ha estado marcado por multitud de factores, algunos de ellos fuera del control individual, como la pandemia que afectó a todo el planeta en 2020. El Covid marcó el punto más bajo de felicidad en el mundo desde 2011 (63 %), fecha en la que Ipsos comenzó a realizar este estudio, y aunque los niveles de felicidad prepandemia se han ido recuperando, la cifra actual (71%) es incluso inferior a la de hace trece años (77%).

Se trata de una tendencia general en los 31 países analizados, pero que España no sigue, siendo el país del mundo donde la felicidad es ahora mayor que en 2011, aumentando 7 puntos, del 63% al 70%. Como en el resto del mundo, 2020 fue el punto más bajo de felicidad en el país (38%), nivel que ha ido aumentando progresivamente a lo largo de los últimos 4 años, casi duplicando la cifra.

Estas cifras sitúan a España, a nivel europeo, en un nivel intermedio; no es ni el país más feliz ni el más infeliz: Países Bajos (85%), Irlanda (77%), Reino Unido (75%), Bélgica (74%). %), Polonia (72%) y Francia (71%) son países más felices que España, pero Hungría (52%), Italia (42%), Alemania (35%) y Suecia (32%) son países más infelices.