Ser propietario de una casa no es fácil y venderla tampoco. Para muchas generaciones, vivir bien y tener éxito significa tener trabajo, estabilidad y un hogar. Con este cuento infantil hemos crecido y en nuestra mente queremos alcanzar ese estado de bienestar. La vivienda, ese bien tan deseado y caro, forma parte de nuestro crecimiento, y por eso el sector inmobiliario y su valor de marca tienen un impacto pasado, presente y futuro.
Mucho se escribe sobre precios, normativa legal, falta de vivienda,… pero poco se escribe sobre cómo el sector inmobiliario llega a los potenciales compradores y encuentra un público para su vivienda. El papel del marketing en el sector es crucial, las agencias inmobiliarias y promotoras de obra nueva saben que es fundamental y por eso destinan elevados presupuestos a publicidad.
En marketing, como en todos los sectores, la tecnología ha cambiado por completo las reglas. Ahora los portales inmobiliarios son uno de los principales medios para buscar vivienda; Está muy lejos, los pequeños anuncios en los clasificados del periódico. En 2023, lo digital, los periódicos y la radio concentrarán el 80% de la inversión inmobiliaria según el análisis realizado por Iki Media.
En Activum, más allá del reparto de la inversión entre diferentes medios, la personalización y segmentación en las estrategias de contenidos son el factor clave para llegar al comprador.
No todas las viviendas son iguales, ni todos los compradores son iguales. Por ejemplo, muchas veces la regla del juego es que una vivienda nueva de dos dormitorios en un barrio emergente está dirigida a la pareja joven, pero en los últimos años ha renacido un nuevo público: los ‘nidos vacíos’, compradores con un perfil sénior Suelen cambiar su casa por una vivienda más pequeña y con mejores prestaciones, y en muchos casos para estar cerca de sus hijos.
Aquí vemos un reto en el sector, la compra de una vivienda ya no es para toda la vida, nuestra forma de vida ha cambiado y la vivienda puede variar en función de las necesidades de los ciclos. Un perfil medio puede comprar varias viviendas de sustitución a lo largo de su vida y hay que ir un paso más allá y darle mayor importancia a crear vínculos afectivos con los compradores, para ser una marca fiel.
Otro desafío y una oportunidad para innovar en el marketing inmobiliario: conectar con la Generación Z que ya está ingresando al mundo laboral, por lo que su presentación en el mercado inmobiliario comienza a tomar un papel relevante. Estos nativos digitales tienen la tecnología implantada en su ADN y el gran desafío es aprender a conectar tanto en forma como en contenido. El producto y la comunicación con el usuario serán los grandes retos del sector inmobiliario en los próximos años.
Por todo ello, nuestra historia es algo más que gigantes y princesas. La industria inmobiliaria es un negocio para muchos y un derecho para todos. Por lo tanto, quienes estamos en el lado de la industria tenemos que ser capaces de entender cómo funciona y escuchar a su audiencia, porque el target inmobiliario evoluciona cada vez más rápidamente. Y, los que estamos del otro lado, que estamos todos de este lado, tenemos que confiar en conseguir nuestra historia porque, aunque parezca una fábula, adquirir una vivienda tampoco puede convertirse en ficción.
Con información de Digiday
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