Los intentos del Departamento de Justicia de probar su acusación de que el imperio de búsquedas de Google, valorado en 163.000 millones de dólares, constituye un monopolio ilegal se encuentran ahora en su cuarta semana.
Por supuesto, Google sostiene que sus tratos con otros titanes de la economía de Internet, como Apple, Samsung y Verizon, cumplen con los requisitos de la Ley Sherman, y que su dominio es más bien un ejemplo de su beneficio en el mercado.
Sin embargo, una característica importante de la lucha legal que ha durado semanas han sido los esfuerzos de Google, así como de sus cohortes de Big Tech, para mantener gran parte de la evidencia introducida en el proceso fuera del registro oficial con numerosas sesiones a puertas cerradas y redacciones de acuerdos contractuales.
En el centro del duelo legal está la acusación del Departamento de Justicia de que los esfuerzos de Google por convertirse en el motor de búsqueda predeterminado a través de acuerdos con compañías de medios, empresas de telecomunicaciones y fabricantes de dispositivos (como pagar a Apple miles de millones al año para ser el motor de búsqueda de facto en el iPhone) violan Leyes de competencia de Estados Unidos. Naturalmente, Google niega tales afirmaciones, argumentando que la prestación de servicios predeterminados en la economía digital es una práctica de larga data, además de que los competidores están “a sólo unos clics de distancia”.
Mantenerse al tanto de los acontecimientos en el juicio cívico de 10 semanas de duración, en el que el juez presidente Amit P. Mehta es el único responsable de evaluar las pruebas, aplicar la ley y emitir un veredicto, puede ser difícil.
Por ejemplo, no hay acceso público a los eventos a través de transmisión en vivo, etc. Mientras tanto, gran parte de las primeras pruebas exhibidas en el juicio desaparecieron posteriormente de la página web del caso del Departamento de Justicia debido a varias mociones de la defensa; Google tiene su propia página web oficial que destaca sus argumentos de defensa. Al momento de escribir este artículo, ambos fiestas tenía acordado a una medida provisional que permita a la defensa utilice una ventana limitada para revisar la evidencia que el Departamento de Justicia desea publicar en línea y cualquier desacuerdo se resolverá de inmediato en la sesión judicial del día siguiente.
Los observadores del juicio observan cómo los procedimientos demuestran la preferencia de las grandes tecnológicas por no poner todas sus cartas sobre la mesa. Los autores del blog Big Tech On Trial observaron que “el secreto es sistemático” y señalaron cómo el procedimiento de este juicio recuerda las tácticas de Microsoft en sus luchas antimonopolio a principios de siglo.
Podría decirse que lo más destacado de la tercera semana de procedimientos legales fue la aparición del vicepresidente de servicios de Apple, Eddie Cue, en el estrado de los testigos en la audiencia pública. para discutir el muy disputado acuerdo de 10 mil millones de dólares por año entre el fabricante del iPhone y Google para que este último sirva como motor de búsqueda predeterminado del dispositivo insignia.
Una parte clave del testimonio de Cue fue el meollo de las negociaciones de participación en los ingresos de Apple y Google, además de la cuestión de si este acuerdo fue la razón principal por la que el fabricante del iPhone no lanzó su propio motor de búsqueda. Consulte a continuación los comentarios en las redes sociales de los asistentes a la sala del tribunal que representan a Big Tech on Trial.
Los testimonios escuchados más adelante en la semana detallaron los esfuerzos que Microsoft estaba dispuesto a hacer. para convertirse en el motor de búsqueda predeterminado en los dispositivos insignia de Apple. Además, sirven como preludio del esperado testimonio del CEO de Microsoft, Satya Nadella, la próxima semana, aunque también se espera que esta aparición esté (al menos un poco) lejos de la vista del público.
Independientemente del resultado del juicio, los primeros procedimientos del caso han proporcionado evidencia de la cultura del secreto, también conocida como propuesta de “caja negra”, de los servicios de medios de las Big Tech.
La cuestionable transparencia de tales ofertas fue descubierta ampliamente antes del inicio del juicio en curso el 12 de septiembre en estudios publicados entre junio y agosto por Adalytics Research, muchos de los cuales provocaron malestar, si no revuelo, entre los compradores de medios.
Es cierto que los ejecutivos de dichas plataformas pueden señalar el imperativo de la privacidad del usuario al justificar tales limitaciones al acceso de terceros a los datos, pero como lo demuestra la evidencia ya expuesta en el juicio, las motivaciones de dichos ejecutivos no siempre son tan virtuosas, especialmente cuando tienen que alcanzar sus números.
A partir de aquí, cabe plantearse la pregunta: ¿tienen los compradores de medios buenas razones para creer que los términos de Apple o Microsoft serían diferentes a los que ya ofrece Google?
El juicio continúa.
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Con información de Digiday
Leer la nota Completa > La batalla antimonopolio del Departamento de Justicia con Google subraya la preferencia de las grandes tecnológicas por el secreto, un problema cada vez mayor para los anunciantes.