¿Dónde está la empatía con las personas mayores y el consumidor de mayor edad? Llevo varias décadas trabajando en el campo del marketing. A los ojos de muchos ya soy mayor, aunque yo mismo me veo joven (la autopercepción en marketing es clave). Una investigación realizada por el Instituto Ipsos para la Fundación Korian lo apuntaba hace un tiempo: las personas mayores (+65) no se consideran así hasta que cumplen los 80. Es una alegría comprobar que desde Atresmedia y el “Hablando en silver” a Alain Afflelou, a través de entidades como Santa Lucía, Pikolín o Ikea, las canas han comenzado a tener presencia en la publicidad. es una tendencia Sin embargo, no me siento cómodo con el enfoque ni con la orientación que le dan. Desde mi punto de vista, tiene poca empatía con el mayor. Yo explico:

A veces ves modelos publicitarios de treinta y tantos años envejecidos a propósito para el anuncio. Probablemente se manipule el concepto de autopercepción mencionado anteriormente: así no me cae mal la juventud (si la frase “la juventud baila” te dice algo y sabes quién fue Fradejas, este articulito te llegará más) y me conecto razonablemente con los mayores. En otras ocasiones se ve a un hombre de más de setenta años tatuado, vestido con inconformista, haciendo el ridículo sobre una tabla de surf o patineta en la autopista. Hay discriminación por edad en la publicidad, pero la forma de combatirla no es representar a jóvenes patéticos envejecidos, ni a viejos patéticos en extremo rejuvenecidos y absurdamente felices. Los mayores son en su mayoría normales, aunque mayores. Creemos canales para los mayores, pongamos énfasis en las tres generaciones de mayores (activos cincuentones, jubilados activos aunque no trabajen y adultos mayores), pero no simplifiquemos los mensajes con los mayores en el parque sin otra cosa que hacer columpiar a los nietos. , mujeres mayores indignadas de que sus nueras compren croquetas congeladas, o patéticas renegadas de su edad. La publicidad y el marketing tienen que ser un reflejo de la sociedad a la que persuaden, no crear o recrear otras mayores que no existen, ni aprovechar tipologías, personas y formas de ser que ya no representan el sentimiento social.

Puedes ser mujer, mayor y se te resbalan las croquetas que cenan tus nietos.

Entre las croquetas y el surf hay una zona media: gente normal y mayor.