La menopausia es un momento en la vida de una mujer en el que se producen muchos cambios a nivel físico, pero también emocional. El apoyo del entorno es básico para hacer una buena transición en este momento vital de cada uno.

Amigos, familiares, colegas, pero también los anunciantes juegan un papel importante a nivel social para ellos. Sin embargo, el 70% de las mujeres menopáusicas sienten que las marcas no están haciendo lo suficiente para ayudarlas y apoyarlas, revela un estudio.Hablemos de la menopausia’, elaborado por Kantar Insights.

Este informe, para el que se han realizado encuestas online a 504 mujeres menopáusicas o perimenopáusicas residentes en España, con edades comprendidas entre los 30 y los 65 años en septiembre de 2022, también asegura que tres de cada cuatro mujeres no se consideran representadas por las comunicaciones de la marca. Sin embargo, el problema no está sólo en los intangibles. Casi siete de cada diez encuestados sienten que no se ofrecen productos y servicios específicos para sus necesidades relacionadas con la menopausia.

Este análisis revela una debilidad de las marcas con este colectivo como sujeto y con la menopausia como problema social. Pese a todo, esta situación puede representar una oportunidad para aquellas empresas que decidan entrar en este grupo.

El estudio ‘Hablemos de la menopausia’ muestra que las mujeres, en cambio, sí encuentran apoyo en esta etapa de sus vidas, que a veces puede ser complicada. Solo el 16% indica que sus relaciones se han deteriorado en este período y dos de cada tres se sienten apoyados por sus amigos y familiares. Asimismo, el 54% también encuentra apoyo en el entorno laboral.

De acuerdo a Cristina Pérez, responsable de innovación y comercio de Kantar, “Las marcas deben darse cuenta de que tiene más sentido centrarse en momentos de la vida que en franjas generacionales, que son demasiado amplias y heterogéneas. Y hay determinadas etapas, además, como la menopausia que afectan a millones de mujeres y que se solapan con distintas fases vitales que habrá que abordar de otra forma. No es lo mismo una mujer de 50 años que una de 65. Hay mucho margen de mejora y las mujeres agradecerán que también tengan el apoyo que encuentran en casa fuera”.