Cervezas Victoria ha estado muy ligada al fútbol con el anuncio en junio del patrocinio de la selección española. Desde el punto de vista de la notoriedad y las ventas, ¿qué ha supuesto para la compañía este acuerdo?

Victoria es una marca históricamente ligada a Málaga, desde su nacimiento en 1928, pero que lamentablemente llegó a desaparecer en los años 90. Los malgaches perdimos una de las entidades más representativas y queridas de la provincia y no la volvimos a disfrutar hasta finales del 2000. Desde entonces, trabajamos para que no sólo vuelva a ocupar el lugar que tenía, sino que llevar su nombre lo más lejos posible.

El patrocinio de la selección y las campañas de comunicación han sido posiblemente los proyectos más relevantes en este sentido hasta la fecha. Y un activo que nos permite dar a conocer la marca a nivel nacional, por la relevancia de la selección nacional y el carácter ‘democrático’ de este deporte. Y también hemos tratado de contar historias desde el lado más emocional, que realmente tienen relevancia en lo que se percibe y por tanto en la notoriedad y reconocimiento de la marca. En este sentido, estas campañas han permitido que la marca sea conocida en muchos ámbitos donde hace unos años era un sueño estar presente, por lo que el impacto en imagen y ventas es muy gratificante viniendo de donde venimos.

Desde la inauguración de su fábrica en 2017, han estado comprometidos con el desarrollo de productos. Hoy existe un extenso portafolio de siete estilos, el último lanzado hace unas semanas. ¿Tienen pensado lanzar alguna nueva Victoria para 2023?

No lo descartamos. El hecho de tener el centro de producción en Málaga, como bien dices, nos ha permitido lanzar diferentes recetas, ya sean pensadas para mantenerse en el mercado o ediciones limitadas. En todos los casos, han sido los propios visitantes de la fábrica (a través de las visitas guiadas y catas que realizamos) quienes han podido opinar sobre estas cervezas antes de poder encontrarlas en el mercado. Gracias a ello hemos podido refinar mejor estos productos o al menos adaptarlos a sus gustos, de una forma muy natural y orgánica. Es decir, las submarcas que hoy podemos encontrar en las tiendas tienen mucho que agradecer al público que nos visita.

En cuanto a campañas publicitarias y acciones de marketing, ¿hay alguna ya encima de la mesa?

Cada ejercicio anual comienza muy pronto para nosotros gracias a la actividad cultural en la que estamos inmersos. Quizá podamos destacar dos eventos bien establecidos en Málaga, como son el carnaval y el festival de cine. En ambas fiestas, Victoria es patrocinadora oficial y organiza diferentes activaciones. A nivel de campañas publicitarias, seguro que estaremos especialmente activos de cara al Festival de Málaga, donde continuaremos con nuestro particular ‘Curso de cine para cerveceros’, iniciado en 2021 junto a Miguel Ángel Martín (@tunomandas).

¿Cuál es su plan de medios? ¿En qué mix de medios confía su inversión publicitaria?

Depende del caso. El hecho de que seamos una marca relativamente pequeña nos obliga a evaluar cuidadosamente los objetivos y los recursos disponibles antes de comenzar cualquier planificación. Algo que puede parecer obvio, pero que no siempre sucede. Afortunadamente, cada día tenemos más opciones de segmentación para afinar muy bien la estrategia y jugamos una gran cantidad de soportes como gran formato exterior, vídeo bajo demanda, televisión conectada…

¿Cómo surge vuestro eslogan ‘Malagueña y exquisitez’? ¿Cuál es el secreto para que al cabo de unos años siga más vivo que nunca?

El lema fue encargado por el propio fundador, Luis Franquelo, en 1952. El lema apareció por primera vez en un folleto publicitario que ahora exponemos en el museo de la fábrica de Málaga. Creo que el secreto está en tratar de no perder de vista su pasado todos estos años. De hecho, un eslogan de este tipo puede considerarse hoy anacrónico. Es diferente a los códigos actuales, y quizás esto también sea parte de su simpatía. Algo similar ocurre con el personaje de ‘El Alemán’ que surge en 1958 (durante el auge turismo de la Costa del Sol) y continúa hasta el día de hoy, ocupando el centro de la etiqueta actual.

¿Cuál es el posicionamiento de marca y qué valores quieres transmitir?

En el sentido más estricto de la palabra posicionamiento, frente al resto de nuestros competidores, somos la cerveza ‘Málaga’. Hay valores derivados de su historia y de su origen, como la cercanía, el valor por la cultura, la humildad o un estilo de vida más pausado, que a su vez permite tomarse el tiempo necesario que las cosas requieren.

¿Cómo logran diferenciarse de su competencia y destacarse? ¿Cómo transmitir lo que los hace únicos?

Precisamente el eslogan, ‘Malagueña y exquisita’, creemos que es una seña de identidad que resume muy bien la personalidad de la marca. Por un lado, no perdemos valor por el origen, ya que Victoria es una marca que se enorgullece de ser malagueña. Por otra parte, el hecho de poder mantener el adjetivo ‘exquisito’ conlleva algunas distinciones a nivel de producción. En nuestro caso, destacamos especialmente la elaboración de la cerveza con un cuidado proceso de maduración lenta de un mínimo de 12 días.

¿Cómo es el cliente que bebe Cervezas Vitoria?

Alguien natural, amable, que busca disfrutar de las cosas simples de la vida, pero que le da la gran relevancia que tiene y gracias a eso, no deja de apreciar el mimo que se pone en las cosas.

Su principal mercado es la ciudad de Málaga, lugar donde nacieron. ¿Cómo se han extendido por toda España? ¿Cómo conquistas otros territorios a nivel nacional e internacional?

En primer lugar, para la gente. Gracias a tener muchas manos y mentes comprometidas. También creo que una de las claves es ser fiel a los valores relevantes de la marca, a esos valores que la convirtieron en una de las marcas más queridas a lo largo de su historia hasta su desaparición. Cuando una marca desaparecida vuelve al mercado, tendrá connotaciones preadquiridas, pero lo importante es adaptarse al prisma de comunicación actual sin que esto nos haga perder nuestra esencia.